
Aniversario amargo: el recuento de los daños que dejó el virus en Ciudad Juárez y El Paso
Hace exactamente un año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaraba la rápida propagación de un nuevo virus, cuyo nombre repetiríamos una infinidad de veces durante los meses siguientes. El 11 de marzo de 2020 se declara oficialmente al COVID-19 como una pandemia.
Dos días después, el viernes 13 de marzo, en la ciudad de El Paso, se reportaba el primer contagio; un hombre de 40 años, quien se encontraba recuperándose en su hogar.
Cuatro días más tarde, el primer caso en Ciudad Juárez sale a la luz, siendo también el primer caso en todo el estado de Chihuahua. Se trataba de un hombre de 29 años que regresaba de Italia.
Tomó casi dos semanas, después de la declaratoria mundial de la pandemia, para que en El Paso se emitiera una orden de confinamiento, pidiendo también evitar conglomeraciones.
Se paralizó la economía
En Texas cerraron negocios con actividades no esenciales, como bares, estéticas, spas, gimnasios, tiendas que no vendieran productos básicos, entre otros.
Del lado mexicano de la frontera también se ordenaron cierres de diversos negocios, plazas comerciales y salones de eventos después de que la entidad pasara a semáforo rojo, a mediados de marzo.
Clases en línea
El 16 de marzo, la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez indicó la suspensión de clases presenciales, dando como última fecha el 20 de marzo, para después pasar a la modalidad en línea.
Tras las recomendaciones establecidas por el Departamento de Salud Pública de El Paso, a mediados del mes de marzo los distritos escolares de EPISD, YISD, Canutillo ISD, San Elizario ISD, SISD, Tornillo ISD, Clint ISD, Fabens ISD y Anthony ISD cancelaron sus clases presenciales para comenzar con la educación en línea semanas después. Un reto jamás antes enfrentado por los educadores y estudiantes de la comunidad.
Cierran las fronteras
Otra de las medidas que más impacto tuvo en ambos países, fue el cierre parcial de los cruces internacionales, una medida acordada por los gobierno de México y Estados Unidos. Con esto quedaron descartados los viajes no esenciales, de índole turística o recreativa.
Primeras muertes
El jueves 9 de abril de 2020, las autoridades de El Paso reportan al primer paciente que pierde la vida, siendo un hombre de la tercera edad quien ya contaba con problemas de salud.
Ciudad Juárez se indica la primera muerte el 1 de julio, en un reporte de la Secretaría de Salud del Estado de Chihuahua.
Uso de cubrebocas obligatoria
Un día después de la primera muerte en Juárez, las autoridades texanas declaran una orden ejecutiva donde se establece el uso de la mascarilla de forma obligatoria en lugares públicos.
Por su parte, las autoridades mexicanas no lo hacen hasta el inicio del mes de agosto, siendo sólo una medida preventiva y no una orden obligatoria.
Saturación de hospitales
El mes de octubre fue uno de los más críticos; el sector salud en El Paso había colapsado, haciendo necesario acondicionar el Centro de Convenciones con casi 100 camillas para poder ingresar pacientes ahí dentro.
En la frontera chihuahuense, los hospitales reportan una saturación en el mes de noviembre, lo que hace necesario implementar nuevas medidas de restricción en la movilidad.
Llega la esperanza en forma de vacunas
La mañana del 15 de diciembre del 2020, llegó a la ciudad texana el primer lote de vacunas, siendo destinada primordialmente para el personal de salud.
En el estado de Chihuahua, las primeras vacunas llegan el 12 de enero del 2021.
El lado Estadounidense regresa a la normalidad
Luego de una orden emitida por el gobernador de Texas, Greg Abbott, el estado reabrió a su 100 por ciento durante la mañana del miércoles, 10 de marzo del 2021. Aunado a esto, Abbott también indicó que el uso del cubrebocas o mascarilla ya no sería obligatorio.
En caso de El Paso, las entidades de gobierno locales y algunos negocios decidieron permanecer implementando el uso obligatorio de una cobertura facial.
A pesar de que la pandemia por el COVID-19 continúa causando estragos tanto a nivel local como mundial, las comunidades de El Paso, Las Cruces y Ciudad Juárez han sabido salir adelante y, aun con restricciones, han permanecido trabajando en unión – algo que caracteriza a esta región.