La historia de la Oficial Bárbara Mondragón; Un ejemplo de amor por proteger y servir
Hoy celebramos la entrega, la valentía y determinación de la Oficial Bárbara Selene Mondragón que demostró como el amor a tu trabajo puede marcar la diferencia y no ser solo un oficial de la Policía Municipal, sino ser un ejemplo como madre, como mujer y como ser humano, pues logro superar mil obstáculos.
Desde pequeña la Oficial Barby, como le gusta que le digan, vio en la policía a héroes, emocionada jugaba y se imaginaba a defender a los demás, por aquellos años su padre la veía y sonreía, pues las virtudes de Bárbara le daban para ser lo que ella quisiera.
Por esta razón Barbara comienza su formación académica en Licenciatura en Criminología en 2004, el apoyo de su papá era crucial, él tenía negocios de los cuales podía asegurarle bienestar, su madre la había abandonado desde pequeña.
En 2008, su padre al salir de uno de sus negocios, fue víctima de una agresión armada que le arrebato la vida. Ella ahora sin su madre, sin su padre, busco refugio en su primer esposo Humberto y su hijo Jose Ángel; sin embargo, para 2009 Barbara logra obtener su titulo, poco después se va a México buscando un descanso de la violencia que se vivía por aquellos años en la frontera, en 2010 y mientras ella estaba embarazada de su segundo hijo, su esposo que permanencia en Juárez también fue víctima de una agresión armada, y perdió la vida.
Toda esta incertidumbre, dolor y tragedia en la que estaba sometida Ciudad Juarez y que había alcanzado su familia, la impulso y avivo el sueño de ser policía, ahora ella siendo criminóloga podría defender lo que amaba, por ello en 2014 regreso, ahora con más preparación, experiencia y sobre todo amor a lo que hace.
Ahora al fin cumpliendo su sueño de portar con honor su uniforme de policía, ella tiene más presente que nadie que está ahí para servir, proteger y sobre todo cuidar la vida humana, pues servicio que atendía, veía en las víctimas a su padre, a su familia, por ello entregaba todo su ser a su trabajo.
Esa entrega, su pasión y experiencia la hizo acreedora a conocer y pertenecer a varios departamentos de la corporación de la Policía Municipal, como en el área de Patrullaje, el CERI (Centro de Emergencias de Respuesta Inmediata), que es donde llegan las llamadas del 911, y hasta en Trabajo Social donde le toco ver de cerca casos impactantes. Siempre con esa determinación a estar lista para ayudar, y con un poco de suerte con la ayuda de sus superiores, ahí mismo cuidar a sus hijos, pues como madre soltera se volvía difícil tener a veces donde dejar a sus dos pequeños.
En 2016 mientras trabajaba en Trabajo Social, sufrió una fuerte fractura en su hombro derecho al intentar ayudar a un menor que estaba bajo resguardo de la corporación. Esto y por la complexión delgada de Barby la obligo a someterse a dos cirugías y enfrentar una serie de situaciones que la alejaron temporalmente de la Policía Municipal.
No desistió y puso todo de ella para salir adelante y volver a trabajar en lo que tanto le apasionaba, al poco tiempo, le giraron un dictamen médico y la reubicaron en otra área, pero ella estaba consciente que tenía que estar completamente recuperada.
A finales de 2018 y en medio de un proceso de recobro de sus capacidades de movimiento en el hombro, fue notificada que volvería a las filas de la Policía Municipal, se emociono, pero también se cuestiono si sería bueno. Su experiencia y estudios le hicieron entender que no sería bueno interrumpir ese proceso de recuperación, ya que de no tener buena movilidad, podría poner en peligro la vida de los demás, lo menciono a sus superiores, pero la orden estaba dada y volvió.
En casa su hermano Arturo le ayudaba a cuidar a los dos niños de Bárbara, volviendo a la rutina habitual, ella en ese tiempo tenía un noviazgo a larga distancia con Saúl, un excompañero de secundaria, por lo que Barby tomo esa motivación, confiando que todo saldría bien.
Bárbara al volver a su trabajo, tuvo que lidiar con el dolor punzante de sus dos cirugías, y al reto de portar el pesado chaleco de porcelana y el arma larga. A veces se sentía abatida y con ganas de rendirse, pese al amor a su trabajo, el dolor sofocante le obligaba reposar su arma en el asiento de la patrulla, descuidarse y desenfocarse en medio de una guerra contra la violencia que se vivía a inicios de 2019.
Ella solicito ser reubicada en un departamento diferente como trabajo social o las oficinas del CERI, pero no fue posible debido a la situación de la corporación. En ese momento, la corporación estaba bajo amenaza y el Centro Penitenciario Estatal en Ciudad Juarez estaba a punto de estallar, lo que provocaba una gran cantidad de violencia, por ello necesitaban a los mejores elementos en las calles.
El amor y la pasión de Barbara la hacia una de las mejores en el Distrito Sur, por esa razón sus jefes justificaron que saliera a combatir de frente con los delincuentes, a pesar de la afectación en su brazo principal. Esto preocupo a la familia de Barbara y hasta genero un conflicto con su pareja sentimental, Saúl quien estudiaba medicina y se preocupaba por la seguridad de ella.
Ciudad Juarez desde la noche del 16 de enero, comenzó a ser el escenario de múltiples ataques coordinados a policías, esto por represalias de detenciones y aseguramientos hacia los grupos delincuenciales, por lo que criminales le quitaron la vida a balazos a un agente investigador en su propia casa, lo que puso a las corporaciones en máxima alerta.
Barbara se inundo en miedo, pero su vocación le daba ratos de valentía en medio de la crisis de seguridad, ella entro temprano al día siguiente el 17 de enero del 2019, un día diferente desde el inicio, pues la cambiaron de con sus compañeros.
Ella estaba trabajando junto a su recién nombrado compañero, el Oficial Francisco Chávez, durante toda la mañana del jueves. A pesar de las amenazas y la alerta máxima, parecía un día normal y casi habían terminado su turno. Barbara ya estaba pensando en su regreso a casa, planeando qué cocinar, llevar a su hijo a sus prácticas de fútbol y reconciliarse con su pareja sentimental después de un problema que habían tenido.
Poco antes de salir de su turno, Barbara estaba circulando en la patrulla junto al Oficial Chávez, cuando recibieron un reporte de un vehículo abandonado. Estaban cerca en la intersección de Avenida de las Torres y Bulevar Zaragoza, así que acudieron al lugar. Al llegar, encontraron un carro abandonado y al revisarlo, descubrieron que había sido reportado como robado, por lo que lo aseguraron.
Cuestión de minutos, ellos veían cada detalle, Barbara verificaba el número de serie, cuando sorpresivamente sujetos a bordo de un vehículo asoman por la ventana del vehiculo en el que se transportaban la mira y el cañón de una AK-47, un cuerno de chivo que no se limitaron a enseñar, la detonaron a escasos 2 metros en contra de Barbara.
La Oficial Barbara Mondragón al momento que vio el cañón salir de la ventana, intento desenfundar su arma corta, pero la cirugía, el dolor, el peso del chaleco, el peso del arma larga y la velocidad de los hechos le impidió defenderse, recibiendo un impacto directo en la mandíbula, en el rostro, y al cubrirse, en la mano izquierda.
Ella sintió caliente el área donde recibió las heridas, describe que no hubo dolor, pero sabía que algo muy malo estaba pasando, alcanzo a verse en el reflejo de los cristales del carro abandonado que estaban asegurando, su mandíbula caída, ensangrentada, intento caminar, se desvaneció, todo esto estaba pasando mientras había intercambio de balas entre Chávez y los delincuentes.
Poco después al recuperar el conocimiento había sido subida a la unidad policiaca por Chávez, conducía a alta velocidad, él le decía a ella que no se durmiera, que todo estaría bien, que el apoyo estaba en camino, que llegarían a un hospital, que se aferrara a la vida. Ella escucho esto ultimo, le vino a la mente sus dos pequeños, su padre, su ex-esposo, su carrera como elemento destacado, volvió a desvanecerse.
La lesión sufrida en la mandíbula por lo alto del calibre que usaron los delincuentes, fue catalogada como una “Herida de Guerra” de la cual 33 cirugías no han sido suficientes para recobrar su vida como antes, ella debe comer a través de una sonda, someterse a tratamientos y separarse del destacado trabajo que venía haciendo por servir a la ciudadanía.
Muchos juarenses, al enterarse de esto, acudieron al Hospital 66 donde ella estaba debatiéndose entre la vida y la muerte, cientos de personas querían dar de su sangre a alguien que había derramado la propia por la protección de ellos.
Cuando despierta luego del ataque, tenía sed indescriptible, se encuentra inflamada, toca su rostro, le duele, se topa con una manguera conectada a su cuerpo, no puede hablar, aunque nadie la deja verse en un espejo quizá para protegerla de un trauma, ella es consciente de que su vida había cambiado para siempre.
Fueron necesarios 2 meses, y varias intervenciones para que ella pudiera hablar, lo que le causaba más ansiedad, temor e inseguridad, mucha gente la apoyaba moral y psicológicamente, sus compañeros policiacos, hacían guardia y se turnaban para cuidarla. Su pareja sentimental Saúl, quien había estudiado medicina se involucro tanto que el mismo la salvo en 3 ocasiones de infartos en los que Barbara estaba clínicamente muerta.
El dolor se agudizo en el momento que al fin pudo verse frente a un espejo, su rostro víctima de ese ataque, estaba deshecho, sintió vergüenza, una profunda tristeza, incluso platica que llego a escuchar una voz burlona que le decía “Matate, matate, no vale la pena, ya no serás una carga” ese día cansada, pensó en hacerle caso.
Barbara Selene Mondragón es una mujer afortunada y mucha gente le hace saber que es querida por muchos y hasta por Dios mismo, muchos la nombran como la Niña de los Ojos de Dios, pues cuando estaba a punto de caer, le visito la escritora Ruth Vargas, plasmando la historia y materializándola en un libro.
Luego de una lucha sin tregua, y muchos médicos que la han atendido, el caso de Barbara y su lesión catalogada como “De guerra”, llego hasta el Doctor Ernesto Gadnsen R. un médico cirujano militar que es uno de los mejores de México. Esto ha ayudado en gran medida que con el apoyo de su familia, compañeros, la misma corporación, y todos aquellos que la conocen, siga saliendo adelante.
El 10 de Julio del 2022 ella termino su servicio como Policía Activo, y al poco tiempo se le notifico que sería pensionada de por vida, por lo que Barbara aun continuara su camino de recuperación, aun faltaran sus implantes dentales y la reconstrucción de su lengua para que pueda al fin probar alimento.
Luego de 4 años, ella nos recibió en su casa, nos cuenta toda esta historia entre lágrimas y risas, pues el camino que ha recorrido aunque no ha sido fácil, le ha ayudado a comprender muchas cosas, y recordar todas las buenas experiencias que vivió junto a sus compañeros policiacos. Todos esos momentos en los que ella ayudo a los demás, sabe que cumplió su sueño, pero quiere ahora vivir también los sueños de sus hijos.
Ella se apasiona tanto que quiere que ahora ellos los cumplan; su hijo Jose Ángel de 15 años es un excelente jugador de Futbol ha estado entre los primeros lugares gracias a su gran talento, mientras que su hijo menor de 12 años, tiene sueños de ser contador público.
Para Juarez Digital nos inunda la alegría al conocer historias tan apasionantes, pues a pesar de que nos dedicamos a motivar a nuestra audiencia, muchas veces este tipo de historias nos demuestra que la audiencia nos motiva aun más a nosotros. Por ello con mucho orgullo les presentamos la historia que acaban de leer, la historia de una mujer juarense que desde pequeña tuvo un sueño, que nada la ha detenido y que hoy sigue demostrándonos que no hay límites.
Una herida de guerra, jamás será más grande que una verdadera guerrera. Gracias Barbara Selene Mondragón.