La leyenda del cempasúchil que regresa al Valle
Estas flores, recogidas y transportadas a la ciudad, se ofrecerán en tiendas y cruceros
A unas horas del 2 de noviembre, el Día de Muertos, los campos de cempasúchil en el Valle de Juárez vibran de color y misticismo. La leyenda prehispánica cuenta que esta flor nació del amor eterno entre Xóchitl y Huitzilin, transformado en colibrí, quien al posarse sobre el botón de la flor naranja, la hizo florecer. Hoy, esta flor de “veinte pétalos” simboliza el vínculo eterno entre vivos y muertos.
En el campo, alrededor de 20 personas trabajan incansables, machete en mano, recolectando las flores que adornarán miles de altares y tumbas. Junto al vibrante cempasúchil, las “manos de león” púrpuras completan un contraste visual que llena el ambiente de vida y tradición. Entre las flores, insectos como abejas y mariposas realizan su función de polinización, preservando el ciclo de vida que mantiene viva esta tradición.
El olor del cempasúchil envuelve a los trabajadores y a quienes lo adquieren, evocando la memoria de quienes ya no están. Estas flores, recogidas y transportadas a la ciudad, se ofrecerán en tiendas y cruceros, listas para cumplir su propósito místico: guiar a las almas en su regreso.