“El Shack”, artista del tatuaje, músico, standupero y altruista
Isaac Rogelio Ávila Betances, mejor conocido como Shack Betances, es el hombre detrás del estudio Inkfernal Tattoo Club
Isaac Rogelio Ávila Betances, mejor conocido como Shack Betances, es el hombre detrás del estudio Inkfernal Tattoo Club.
“El Shack”, como todos lo llaman, es un artista del tatuaje de 41 años de edad con 7 años de experiencia que plasma las ideas de sus clientes en la piel. Betances nos platica cómo fue su entrada en el mundo del tatuaje.
“Desde niño tuve inquietudes sobre el diseño y el dibujo, haciéndolo parte de mi vida desde los 13 años. Me sumergí en el mundo gráfico sin saber que me llevaría al arte del tatuaje. Mi aprendizaje comenzó en la Ciudad de México, en un estudio llamado Santa Mónica Ink. Lo que me inspiró a dedicarme a este oficio fue darme cuenta de que podía marcar en la piel la emoción o sentimiento del cliente con un diseño visualmente atractivo y lleno de significado artístico”, explicó a Juárez Digital.
El tatuaje, explica, es un arte que exige paciencia, disciplina y profesionalismo, pues no hay margen para errores.
Juárez Digital le preguntó sobre su estilo preferido: “El Tradicional Americano es la técnica que he desarrollado con los años y la que más me gusta por su potencial gráfico. Sin embargo, también tengo conocimientos en blackwork, neotradicional y cartoon”.
También explicó que cada trabajo, por lo general, es auténtico, único.
“Comienzo preguntando el significado que tiene para el cliente, lo que lo motiva a hacerlo. Luego, reúno más información sobre sus gustos para crear un diseño específico y único. Mis trabajos son en su mayoría irrepetibles; ofrezco una experiencia de tatuaje único”, añadió.
El juarense también hizo algunas recomendaciones. “Elijan bien el diseño, la zona del cuerpo y el tamaño, y coordínense con el artista para un mejor resultado. Es importante no ver al tatuador cómo una máquina de copias; cada artista tiene un estilo y técnica diferentes”.
Pero su arte, va más allá de la tinta y la piel, ya que también le pega a los tambores.
“También soy músico; toco la batería y he estado en varias bandas. Además, hago standup; me encanta hacer reír, llevo un año en esto y disfruto cada vez que subo al escenario. También realizo actividades altruistas, como intercambios de cobijas o alimentos para animales a cambio de tatuajes, en apoyo a causas sociales en Ciudad Juárez y CDMX”, concluyó.