
¿Quién es el “Nezio”? El grafiti que causa daños millonarios a la ciudad
Para unos el grafiti callejero es una expresión urbana; para otros representa pérdidas económicas
El “Nezio” es un grafiti que se puede encontrar prácticamente en toda la ciudad y ha despertado el interés de los juarenses por saber quién se encuentra detrás de este seudónimo, el cual se ha convertido en un símbolo presente en algunas de las principales avenidas de Ciudad Juárez.
Sin embargo, este tipo de expresión es síntoma de una ciudad donde es necesaria la apropiación de los espacios públicos, pero que, a la vez, representa un gasto millonario para una parte de la población, principalmente comerciantes que deben repintar sus locales cada vez que les dejan un “placazo”, según informó el comercio organizado.




Sobre la avenida Adolfo López Mateos, el “Nezio” se puede encontrar en cada cuadra; sin embargo, hay un grafiti que llama particularmente la atención, ubicado en una pared de ladrillo donde los colores amarillo, negro y blanco forman la palabra que identifica al autor.

“Ese bato es bien famoso, yo lo he visto hasta en los postes”, comentó Alfredo, un parquero que pasaba frente a la barda de ladrillo cuando Juárez Digital documentaba la presencia de este grafiti en la ciudad.
EXPRESIÓN Y RECONOCIMIENTO
Yorch, activista y artista juarense que ha practicado el grafiti desde la década de 1990, explicó que, para él, plasmar este tipo de pinturas en las bardas tiene dos significados: uno es que puede considerarse arte, y el otro es que también puede ser vandalismo; sin embargo, ambos coinciden en que, sea cual sea su interpretación, se trata de una forma de expresión con la que se busca alzar la voz y ser reconocido.

“La esencia del grafiti es que es clandestino, o sea, no pedir permiso. La intención del grafitero es que la gente vea tu nombre, esa es una cosa que está ligada al grafiti, pero son dos caminos que uno puede tomar”, comentó Yorch, refiriéndose a que puede hacerse como una expresión artística o como vandalismo.



De acuerdo con Yorch, también se trata de una competencia entre grafiteros en la que, según el estilo y la presencia, se puede obtener el reconocimiento de la comunidad y, con ello, superarse a sí mismo y a otros que se expresan de esta manera en las calles de Juárez.
UN GASTO MILLONARIO
Elizabeth Villalobos, presidenta de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Ciudad Juárez, señaló que los grafitis representan un gasto bastante alto para los comerciantes de la ciudad, ya que, cuando alguna firma aparece en un negocio o local, la barda debe volver a ser pintada.

“Cuando usted le pone un parche a algo que ya está pintado y que ya le pegó el sol, aunque sea la misma pintura que tenía ahí guardada, se nota el parche, hay que pintar todo. Una barda sale como unos tres mil, cuatro mil pesos”, explicó Villalobos a Juárez Digital, por lo que pintar los cientos de negocios vandalizados en la ciudad representa un gasto millonario.
La empresaria consideró que el grafiti se deriva del entorno inmediato de los jóvenes, señalando que esta forma de expresión tuvo un auge en la década de 1990, pero poco a poco ha perdido fuerza en la ciudad, aunque actualmente sigue siendo común observar este tipo de pinturas.
UNA FALTA ADMINISTRATIVA
Según la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), grafitear es considerado por esta corporación como una conducta de riesgo en la que los policías pueden detener a quien la practique y presentarlo ante un juez cívico por tratarse de una falta administrativa.
Adrián Sánchez, vocero de la SSPM, afirmó que, en algunos casos, los dueños de propiedades privadas presentan denuncias por esta actividad, lo que cambia el escenario: si la persona responsable de los daños es identificada, puede ser consignada por el delito de daños ante la Fiscalía General del Estado (FGE).

Para prevenir este comportamiento, la Policía Municipal trabaja con jóvenes en las escuelas a través de la Dirección de Prevención Social, informándoles que se trata de una falta administrativa por la cual pueden ser aprehendidos.
Por su parte, Yorch consideró que, aunque el grafiti pueda ser visto como una actividad negativa por las autoridades, es una herramienta para alzar la voz y responder a las problemáticas que existen en la frontera, ya que es un reflejo de las condiciones sociales que se viven en Juárez, donde la autoridad tiene tareas de seguridad más urgentes.

“Es una expresión que surge de la situación social. Siempre va a existir quien quiera contestar con una pared pintada. Va por niveles, pero se detona por la ciudad en la que vivimos. Juárez tiene problemas mucho más graves que una barda pintada”, concluyó Yorch.
¿QUIÉN ES EL NEZIO?
Aunque su firma, nombre o seudónimo se encuentra prácticamente en toda la ciudad y en diversos estilos, la mayoría de los fronterizos desconocen quién está detrás de este grafiti.

“Hasta el momento, no se tiene identificado específicamente; sin embargo, a través de las cámaras de videovigilancia del programa Juárez Vigilante, sí se han detectado los momentos en los que ocurren estas situaciones, pero no hemos identificado como tal a la persona que lo realiza”, explicó Adrián Sánchez, vocero de la Policía Municipal.