Se le reconoce a la Cruz Roja en su día

Hoy, 8 de mayo es el Día Mundial de la Cruz Roja, en memoria del nacimiento de Henry Dunant, fundador del Comité Internacional de la Cruz Roja

En conmemoración del Día Mundial de la Cruz Roja, Bryan, un joven originario de Parral, que lleva dos años viviendo en Ciudad Juárez, tiene ya 15 años de servicio en la Cruz Roja, y nos comparte un poco sobre esta organización que está al servicio de la comunidad.

“La Cruz Roja de hoy es una Cruz Roja que quiere conocer y conectar con su comunidad, no imponerse sobre ella, sino intervenirla desde sus necesidades, conocimientos y recursos.

Ya no pensamos en una Cruz Roja reactiva, que esté ahí siempre que nos caigamos, estamos construyendo una Cruz Roja proactiva, que nos empodere y cree capacidades de resiliencia en nosotros, que nos enseñe a como caernos y también esté ahí si nos caemos.

El 8 de mayo, aniversario del nacimiento de Henry Dunant, celebramos la historia de una idea, una idea que nace de uno, pero nos une a todos. Una idea que nos reconoce como diferentes, pero hermanados. Una que no nos valora por nuestra función, sino por nuestra condición humana. Y es que, como gritaba Dunant por las calles de Castiglione delle Stiviere, somos “todos hermanos”.”

Primeras impresiones de Bryan sobre la Cruz Roja

Bryan comenta que a la Cruz Roja se le asocia con ambulancias y como la primera ayuda médica que reciben muchos en todos los rincones de México, por lo que fue muy raro ver a niñas y niños, uniformados de la Cruz Roja, corriendo y riendo en el parque del niño frente a la Delegación en Parral.

Agrega que era una idea muy interesante y extraña para él ver a los que se supone que están siempre urgidos y en embrollos, divirtiéndose y aprendiendo. Lo primero que se imaginó fue “Seguramente son mini paramédicos” y que equivocado estaba de aquel pensamiento.

“Entré a la Cruz Roja en enero del 2010 para aspirar a asociarme a la Juventud de Cruz Roja Mexicana en Parral. Rápidamente encontré ahí no nada más un lugar para aprender y hacer amigos, sino un campo fértil para el espíritu y la comunidad, un lugar donde el yo y el otro no están separados y activamente debemos de profesionalizarnos en conectar entre nosotros.

También es cierto que los jóvenes de la Cruz Roja Mexicana saben hacer primeros auxilios, y hacen bien en formarse para reaccionar a las emergencias cuando se necesita una primera respuesta de alguien antes de que lleguen los profesionales prehospitalarios, pero también saben desde hace mucho que esta no es su prioridad. Las juventudes de la Cruz Roja encarnan ese “espíritu generoso (De la Cruz Roja) en quienes su linaje, representado en el rojo de su sangre, inflama el amor, la pasión, y su deseo de grandes acciones”, que le da su significado a su escudo, y que podemos vincular directamente a los ideales de nuestro fundador, Henry Dunant.” comenta Bryan.

Origen de la Cruz Roja

Bryan comenta sobre la historia de la asociación: “Pocos saben que la Cruz Roja no nació en una sala diplomática, o en la casa que albergara un grupo de amigos con ideas humanitarias. El campo donde nace la Institución es el mismo de la Batalla de Solferino y San Martino, una de las contiendas militares más importantes de la segunda guerra de independencia italiana, y donde Dunant se vió envuelto al estar en búsqueda del emperador Napoleon III con la misión inicial de pedirle la concesión de terrenos necesarios para la realización de proyectos comunitarios en Argelia (colonia francesa en aquel entonces). Dunant rápidamente olvidó su primer cometido al ver la incoherencia e inhumanidad de lo que presenciaba.

En su libro “Recuerdo de Solferino” cristaliza entre una narrativa militar y vivencial, no nada más sus experiencias y las de los que fallecían en Solferino, sino una idea crucial de la inhumanidad de nuestras peleas. Y es que Dunant entendía que la guerra probablemente no era inevitable, que las muertes existirían, pero ciertamente aquellos que usamos como herramientas de guerra y que desechamos como basura cuando ya no sirven para ese fin, también son nuestros hermanos. Así, al grito de “Tutti Fratelli” Dunant, junto con las mujeres y niños del poblado cercano de Castiglione, Dunant organizó los socorros de los militares heridos y enfermos en campaña de guerra, pero no olvidó tampoco el socorro espiritual.

Junto con las curaciones y heridas que improvisaban, Dunant y las demás socorristas, escribían cartas a los familiares, convalecientes y fallecidos, para darles noticas de su salud y paradero. Ciertamente esta labor, junto con el resto de gestos humanitarios, han sido lo que ha preservado a la Cruz Roja como el movimiento humanitario más grande del mundo.

El movimiento internacional es guardián del Derecho Internacional Humanitario, vagamente conocido como las reglas de la guerra, y trabaja a través de sus diferentes componentes a nivel internacional no nada mas en tiempos de guerra, sino para el bienestar y dignidad humana en todas sus esferas. No es parte de ningún gobierno, la única distinción que hace es la necesidad de las personas y la urgencia de estas, se mueve por el impulso voluntario de los que se le asocian, y trabajan en todo el país y todo el mundo con sus propios contextos bajo el mismo mandato: la humanidad como primer principio fundamental” finaliza Bryan para Juárez Digital.