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“No me quiero y no me caigo bien”: el infierno de las adicciones

Por Hugo Chávez | 11:32 am junio 28, 2025

Claudia decidió internarse por 90 días para luchar contra su adicción al alcohol tras perder su trabajo, afectar su salud mental y a su familia. En Juárez, 366 personas han recibido becas para un programa municipal de rehabilitación gratuita desde 2021.

“No me quiero y no me caigo bien”, dice Claudia, una joven juarense víctima de la adicción al alcohol que el pasado fin de semana decidió terminar con su problema y se internó de manera voluntaria en un centro de rehabilitación, proceso en el cual dijo, ha sido acompañada siempre por su madre, su esposo y sus hijos.

El Gobierno Municipal de Ciudad Juárez, desde el 2021 ofrece de manera gratuita un programa de becas a través de las cuales cerca de 400 personas con adicciones han recibido desde entonces, con un alto nivel de éxito, un tratamiento intensivo que consiste en un internamiento de 90 días en uno de los siete centros de rehabilitación que participan en el programa.

Directivos del Programa de becas para personas con adicciones informan que los requisitos para recibir este apoyo sin costo son fáciles y que se recibe a todo tipo de personas sin importar que estén afiliadas al Instituto Mexicano del Seguro Social u otras instituciones.

UN PEQUEÑO PERMISO PARA VOLVER A TOMAR LA DEJÓ SIN TRABAJO Y SIN FAMILIA

Claudia es una juarense de 40 años que el pasado viernes llegó al Centro de Salud Urbano B en Portal del Roble acompañada por su madre, su esposo, su hijo adolescente y otro de 5 años con la intención y la firme convicción de que debía internarse para tratar su problema de adicción al alcohol.

Sin embargo, ninguno de los miembros de esa familia mostraba una actitud sombría o negativa, sino que por el contrario, pareciera que se tratara de la salida a un parque o a una actividad familiar divertida.

“Sí, a eso vengo, a internarme porque soy alcohólica. He tenido varias recaídas por darme permisos que no debí, y cada recaída es peor. Estoy dañando mucho a mi familia y ya intenté muchas cosas para poder sanar. Estoy consciente de que mi problema es más que nada de un asunto emocional que no he resuelto y creo que internarme en un centro de rehabilitación me ayudaría muchísimo para encontrar esa razón y desintoxicarme para poder tener mi vida nuevamente, porque mi vida en el alcohol es un infierno”, declaró.

“Dice la gente que es pura felicidad, pero es mentira. Es lo peor que me ha pasado en la vida y no quiero volver a pasar por esa situación. Esta decisión la tomé yo sola y vengo aquí a pedir ayuda, a internarme en un centro por mi propio pie”, destacó Claudia.

Enseguida habló sobre las situaciones que le llevaron a elegir internarse para enfrentar su adicción.

“El último permiso que me di fue el 25 de diciembre, cuando dije ya tengo 7 meses sin consumir alcohol, me voy a tomar unas chelitas en Navidad, y terminé los primeros días de enero sin trabajo, sin dinero, sin familia y dormida por días, entonces desde ahí empezó mi consumo. Ya estamos en junio y desde ese entonces no he dejado de tomar un solo día, nada más por darme ese permiso”, dijo mirando hacia su familia, quienes estaban felices de que hubiera tomado la decisión.

“ERA UNA PERSONA FUNCIONAL, PERO AHORA SOY UN PROBLEMA”

“Regularmente era una persona muy normal y funcional, pero ahora solo soy un problema más en la casa, alguien que se la pasa alcoholizada y dormida, un mal ejemplo para mis hijos y no quiero que me vuelvan a ver así”, aseguró Claudia.

Dijo que su consumo regularmente no es de cerveza, sino que está acostumbrada a embriagarse con licor fuerte.

“Tomo alcohol barato, vodka o whiskey, lo que sea, revuelto con lo que sea. Llegué a tener unas temporadas en las que vaciaba un litro de alcohol puro en una botella de (agua) Ciel y así me lo tomaba directo ya”, contó.

A sus 40 años de edad, dijo que en los últimos 3 o 4 años, el consumo de alcohol ha sido intenso e incrementándose cada vez más.

“Me desintoxiqué por siete meses viniendo a este mismo centro. No he estado internada, pero aquí te dan ayuda psicológica especializada en adicciones. Tienen muy buenos psicólogos y me ayudaron mucho con mi problema y a estar sobria desintoxicándome en mi casa. Siete meses bien, pero ya después fue lo de ese permiso que me di en diciembre”, recordó con algo de pesar en sus palabras.

Habló enseguida sobre lo que espera lograr al haber dado el paso ya para ser internada los 90 días con que le apoyará el Municipio para enfrentar su adicción.

“Espero, pues lo principal, que es desintoxicarme. Espero recuperar mi vida y mi autoestima y encontrar la verdadera razón por la cual no logro estar sola ni tampoco caerme bien, para decidirme para ya no tomar más. Eso es lo que quiero, y recuperar a mi familia, que gracias a Dios aún la tengo, y me están apoyando mucho, al igual que mi otra familia, muchos primos y demás familiares. Ya si no logro hacerlo con tanto apoyo, ya no sé qué más hacer”, consideró.

CERCA DE 400 PERSONAS BENEFICIADAS CON LAS BECAS DESDE EL 2021                    

Rosalba Aragón Delgado, enfermera del Centro de Salud Urbano B, ubicado en el fraccionamiento Portal del Roble, al suroriente de la ciudad, habló sobre el programa de becas para personas con problemas de adicciones que ofrece el Municipio de Juárez.

“Consiste en dar un tratamiento intensivo a las personas que así lo requieran o soliciten… Una vez que el paciente no puede evolucionar en un tratamiento ambulatorio que también se ofrece aquí en este centro… entonces esa persona es apta para ser internada”, dijo.

“El tratamiento intensivo consiste en 90 días de internamiento en 7 centros de rehabilitación que cumplen con los lineamientos para ofrecer esa clase de tratamientos y con los que el Municipio ha establecido convenios, y que incluyen Segundo Paso, Reto a la juventud, Centros especializados de Nuevo Casas Grandes con dos sedes aquí en la ciudad, Un mensaje de Dios, Cipar, Ave Fénix y Vivir para amar y servir”, apuntó la trabajadora de la salud.

Aragón estableció que actualmente los problemas más graves de adicción en Juárez son con alcohol, cristal y marihuana, sin dejar de lado lo que dijo ha sido el problema fuerte del fentanilo.

Para ser incluido en las becas, el paciente debe cumplir con una serie de requisitos que dijo son fáciles de cumplir y que son presentar: acta de nacimiento, credencial de elector, dos comprobantes de domicilio y dos referencias personales.

Una vez que es aprobada, la persona es sometida a una evaluación psicológica en donde se le extiende una constancia que establece la necesidad y la conveniencia de un tratamiento intensivo y para ser internado bajo los preceptos del programa, así como también indicó que se le hace un estudio socioeconómico.

“Aún teniendo el servicio de alguna institución de salud, el paciente puede ser acreedor a esta beca. El teléfono del Centro de Salud Urbano B es el (656) 555 93-13, o bien los interesados pueden llamar al teléfono de la línea general del Municipio, que es el (656) 737 00-00”, informó Aragón Delgado.

TRATAMIENTO HA DEMOSTRADO EFECTIVIDAD

“Este programa se está trabajando año tras año desde el 2021, 2022, y también se trabaja en personas que han tenido recaídas. Hay reingresos y también se tienen terapias para los familiares. Hasta ahora el programa ha sido muy favorable y ya lleva 5 años consecutivos”, declaró.

En lo que va del año indicó que se tienen 51 pacientes que se han internados y que en total desde el arranque del programa de becas en el 2021 se ha apoyado a otras 366 personas.

“Ha sido muy efectivo. De los pacientes que han terminado con los 90 días de internamiento, no solo ellos reciben terapias y tratamiento, sino también sus familias conocen técnicas y herramientas para apoyar a su familiar que ha sido internado y con las que pueden identificar y prevenir las causas de una posible recaída. Se pueden atender aquí para ser internados a partir de los 17 y hasta los 59 años, pero se les puede atender a partir de los 13 años”, informó la responsable del programa de becas.

Dio a conocer que algunas señales para una posible recaída es que el paciente puede encerrarse en su cuarto o mostrar tendencia a aislarse, así como presentar conductas agresivas, con lo que expresó se recomienda regresar al centro de salud para una mayor atención.

“Hoy en día las adicciones más comunes son con el alcohol, la marihuana y el cristal, que es con el que se están abarrotando estos espacios, y esas adicciones se dan más comúnmente entre los hombres”, amplió.

Dijo que los sectores de Juárez donde más se presenta este tipo de problemática de adicciones son el suroriente y el surponiente de la ciudad, en colonias como Riberas del Bravo, los fraccionamientos Parajes y zonas como el Libramiento Aeropuerto y Las Torres.

“Este programa de becas está abierto para todo mundo, y tal vez lo más importante es que se trata de un apoyo sin costo para el usuario o sus familias, y eso ya de por sí es una buena nueva”, aseguró la trabajadora de la salud.

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