“No tengo una pierna, pero sí las ganas”

“El motor que me empuja son mis hijos. Por ellos estoy aquí. Hace años que no los veo. Quiero trabajar, juntar para un carrito y poder visitarlos y trabajar de Uber”, comenta Francisco para Juárez Digital

Francisco, el repartidor que se hizo viral en Juárez Digital, llegó a Ciudad Juárez hace casi cuatro años con una sola pierna y muchos sueños. Migró desde Tabasco tras sufrir un accidente vial que lo dejó amputado. En su estado natal no encontró trabajo, ni apoyo. Aquí tampoco fue fácil, pero se negó a rendirse.

“Fui a maquilas, me decían que me iban a hablar y nunca lo hicieron. Estuve meses esperando”, cuenta Francisco, quien decidió tomar su destino en sus manos así que descargó una aplicación y comenzó a repartir comida en moto. Recorrió casi 3 mil kilómetros en motocicleta desde Poza Rica hasta Juárez, ya que antes de llegar probó suerte durante un año en Veracruz.

“El motor que me empuja son mis hijos. Por ellos estoy aquí. Hace años que no los veo. Quiero trabajar, juntar para un carrito y poder visitarlos y trabajar de Uber”, agrega. Con una pierna menos, sigue pedaleando con más fuerza que muchos.

“Siempre digo: la discapacidad es mental. Si tú dices que no puedes, ya perdiste. Pero si dices que sí, aunque duela, sí se puede”, afirma para Juárez Digital.

Francisco representa lo que muchas veces pasa desapercibido, el esfuerzo de quienes viven con barreras, pero no se dejan vencer por ellas. Y aunque ha enfrentado discriminación, accidentes viales evitados por poco y hasta mordidas de perro, no pierde el ánimo.

“Hay días que llueve o hace frío, y salgo igual. Porque si uno se para, se queda” comenta Francisco.

La foto que se hizo viral anoche y que ya la han visto más de medio millón de personas, lo tomó por sorpresa. “Ni cuenta me di que alguien me tomó foto. Mi hijo fue quien me avisó. Me puse a leer los comentarios, y me dio mucho gusto ver tantas bendiciones. Eso es lo que me da fuerza cada día”.

Francisco cuenta que esa mentalidad positiva no nació con el accidente, sino que lo ha acompañado toda la vida. “Siempre fui movido, trabajé de taxista, y aunque cuando me amputaron sí me agüité un mes, luego dije: ‘No me voy a quedar aquí’. Salí y seguí trabajando”.

Hoy, además de trabajar todos los días, carga un anhelo concreto, tener una prótesis con articulación. “Como mi amputación fue arriba de la rodilla, necesito una con coyuntura, para poder mover bien la pierna”, explica.

Ya cotizó una en Juárez, la más funcional cuesta 80 mil pesos. “Fuimos a una agencia especializada, pero estaba muy cara. Hay otras opciones, pero no me dan razón. Esa prótesis me ayudaría a caminar mejor, a no forzar tanto el cuerpo”.

Los que busquen apoyar a Francisco, se les invita a mandar mensaje a Juárez Digital, además, se les hace un llamado a patrocinadores y personas que gusten sumarse a apoyar a Francisco.