
Crumb: El pan no tiene que ser tradicional
Con una identidad basada en la autenticidad, el sabor y una fuerte conexión emocional con su comunidad, Crumb se ha convertido no solo en una panadería, sino en una declaración: sí se puede emprender desde el cariño, la creatividad y el compromiso
Justo cuando se prepara para celebrar su primer aniversario, la panadería Crumb se consolida como un rincón diferente en el panorama gastronómico juarense. Fundada por Paola Edith Mata Franco.
Y es que aquí no solo se ofrecen conchas de sabores inusuales, hojaldres artesanales y bebidas de matcha con cold foam de mascarpone, sino que también representa la historia de una mujer que decidió cambiar la “vida Godín” por el aroma del pan recién horneado y el vértigo (y la satisfacción) de emprender.

“Empecé vendiendo galletas de chispas de chocolate en pandemia”, cuenta Paola, mientras recuerda los días en los que trabajaba en contabilidad de 8:30 de la mañana a 6:00 de la tarde, para luego hornear hasta las 2:00 de la madrugada y levantarse a las 6:00 de la mañana para repartir. “Era una locura. Pero ahí supe que lo mío estaba en esto”.

El proyecto comenzó con una vitrina pequeña y recetas caseras, muchas de ellas experimentadas en casa con ingredientes que llegaban desde el rancho de su familia: elotes, duraznos, higos. De esa conexión afectiva y culinaria surgieron productos como las empanadas de dulce de glorias, los panqués de higo y las “nubes de durazno”, elaboradas con mermeladas caseras sin conservadores. “Para mí, hornear es un momento de paz, una terapia contra la ansiedad y la depresión. Es mi lugar seguro”.

Y si bien Paola no descarta algún día regresar al mundo corporativo, tiene claro que emprender le ha dado algo que ningún Excel le ofrecía: la posibilidad de crear, cambiar, adaptarse. “Aquí no hay rutina. Y eso me motiva”.

Con una identidad basada en la autenticidad, el sabor y una fuerte conexión emocional con su comunidad, Crumb se ha convertido no solo en una panadería, sino en una declaración: sí se puede emprender desde el cariño, la creatividad y el compromiso.
Y sí, aquí se cree en el gluten. Fielmente.

