
Hernani nos cuenta sobre su abuelo y su legado
El profe Robles falleció el 2 de diciembre de 2020, a los 80 años, en el mismo lugar que lo vio crecer y luchar por la comunidad de San Agustín. Su sueño sigue vivo, a la orilla del Río Bravo entre cultura y educación
El día de hoy se celebra el Día del Abuelo, por lo que nos dimos la tarea de entrevistar a Hernani, nieto del profesor Manuel Robles Flores, quien se ha dedicado a mantener vivo el legado que dejó su abuelo en Ciudad Juárez.
A sus 23 años, el joven historiador Hernani Herrara se ha dado a la tarea de contar una historia que marcó para siempre al Valle de Juárez, la vida y obra de su abuelo, el profesor Manuel Robles Flores, un hombre que dedicó su vida a la educación, la cultura y el desarrollo de la comunidad.

Todo comenzó en 1959, cuando con tan solo 19 años, el profe Robles llegó al ejido de San Agustín y asumió la dirección de la Escuela Primaria Plan de Ayala. Su manera era única, impartía clases al aire libre, caminando con sus estudiantes entre la naturaleza.
Durante esos recorridos, juntos fueron encontrando pequeños fósiles, fragmentos de cerámica antigua y piedras que fueron llevadas al salón de clases. Poco tiempo después con esfuerzo, la escuela de adobe fue formando parte con su propia exposición y una pequeña biblioteca.

Su esfuerzo rindió frutos, se construyeron nuevos salones justo al lado de la vieja escuela. El antiguo edificio se convirtió en el Museo Regional del Valle de Juárez, inaugurado el 30 de abril de 1982, en homenaje a las infancias que ayudaron a darle vida.
Desde entonces, familias del Valle, Ciudad Juárez, El Paso y comunidades cercanas comenzaron a donar objetos con historia como cámaras antiguas, máquinas de escribir, vitrolas, máquinas de coser y fotografías antiguas que hoy conforman la memoria viva de la región.

Pero, el legado del Profe Robles, como era conocido en la región, no terminó ahí. También impulsó la creación de clínicas rurales, bibliotecas públicas y escuelas en toda la zona, siempre con un espíritu de ayudar a su comunidad.
“Yo conocí todas historias ya que todos los domingos llevábamos al profe Robles desde el Monumento a Benito Juárez en el centro, donde se reunía con los Ex Braceros, hasta el Museo de San Agustín. En el camino es que platicaba siempre sus anécdotas y no perdía la oportunidad para imaginar todas las aventuras que nos iba contando mientras íbamos en la carretera”, recuerda Hernani.
Entre aquellos recuerdos e historias que ahora forman parte del libro “Crónicas del gigante que cargaba un museo”, obra en la que Hernani plasma de vida de su abuelo, un hombre que hizo historia y que dejó un legado muy grande.
El profe Robles falleció el 2 de diciembre de 2020, a los 80 años, en el mismo lugar que lo vio crecer y luchar por la comunidad de San Agustín. Su sueño sigue vivo, a la orilla del Río Bravo entre cultura y educación.

“Invito a todas las personas interesadas en conocer más sobre esta región a qué visiten el Museo de San Agustín, fundado por un profesor y sus estudiantes llenos de esperanza por transformar el mundo. El museo abre los 365 días del año, se encuentra en el ejido de San Agustín, sobre la carretera Juárez Porvenir, kilómetro 29”, comenta Hernani para Juárez Digital.

