
¿Recuerdas la leyenda de La Pascualita?
El maniquí, famoso por su gran realismo, apareció por primera vez en el año de 1930 en la tienda de novias "La Popular", y desde entonces se convirtió en un ícono envuelto en leyendas y misterio
La leyenda de La Pascualita sigue viva aún con el paso de los años, y aunque ya no se encuentra en aquel aparador que la hizo famosa por casi más de 90 años, su historia sigue vigente entre la comunidad.

El maniquí, famoso por su gran realismo, apareció por primera vez en el año de 1930 en la tienda de novias “La Popular”, y desde entonces se convirtió en un ícono envuelto en leyendas y misterio.
Según cuentan algunas de estas leyendas, fue un maniquí traído desde Paris, que fue adquirido por la dueña de la tienda en ese entonces, Pascuala Esparza Perales, y le adjudicaron el gran parecido con la señora Pascualita, por ende, el famoso nombre.

Sin embargo, su rostro detallado, manos delicadas y su mirada casi humana, muchos aseguraban que no era una figura de cera o maniquí, sino el cuerpo de una mujer joven, debido a estas características tan detalladas.
Otros cuentan que se trataba del cuerpo embalsamado de la hija de Pascualita, quién lamentablemente falleció el día en que se iba a casar, después de ser picada por un alacrán que estaba escondido en su velo.

A lo largo de los años, su leyenda se fue esparciendo por toda la ciudad y a otros lugares, lo que atrajo a cientos de visitantes que acudían a las afueras de “La Popular”, para tomarse una fotografía o vídeo con Pascualita. También había quienes aseguraban que por las noches se movía, cambiaba su vestido y sus posturas.

La Pascualita ha sido retirada en varias ocasiones del escaparate y trasladada a diferentes espacios, sin embargo no se sabe con exactitud su destino actual, pero la leyenda continúa siendo un referente que se cuenta de generación en generación.

