Campeona en Chistes Malos
Foto: Cortesía
La joven comediante representará a Juárez en el torneo nacional a celebrarse en Monterrey
Ella es Ana Banana, una joven comediante de Ciudad Juárez que ganó el pasado fin de semana el torneo local de Chistes Malos.
Ana Andrade, o “Ana Banana”, viajará a Monterrey en febrero próximo para representar a Juárez en el torneo Nacional.
Juárez Digital platicó con “Banana” para que nos contara cómo le fue en el evento.
Juárez Digital (JD): ¿Cuándo empezaste a hacer comedia y por qué?
Ana Banana (AB): Empecé hace aproximadamente un año, motivada por amigos que ya estaban en la comedia desde hace tiempo. Vi que el ambiente era muy divertido, me llamó mucho la atención y, una vez que me animé, me encantó.
JD: ¿Qué sientes cuando estás en el escenario?
AB: Justo cuando estoy en el escenario me divierto muchísimo. Creo que no hay vez en que me haya subido y no me la haya pasado bien. Me siento como si estuviera con amigos, pasando un buen rato o contando cómo me fue, porque siempre que me subo, todo lo que digo es completamente yo. Me presento de la forma más pura posible, y eso hace que me sienta cómoda y me la pase muy bien.
JD: ¿Cómo te sientes al ser la campeona de chistes malos?
AB: Se siente increíble y muy divertido el proceso. Me subí a divertirme, a pasarla bien, a aprender, porque me subí con comediantes muy buenos que llevan muchas veces en el escenario y tienen experiencia. Sobre todo, me llevo muy buenas experiencias de este torneo.
JD: ¿Cuál fue el chiste más malo con el que ganaste el concurso? ¿Nos lo cuentas?
AB: No es uno de los chistes con los que gané, pero me gusta mucho, es un juego de palabras. Platico que invité a mis amigas a comer, y se fue feliz la que le hice camarones porque es camarera, pero se enojó la que le hice ramen…
JD: ¿Cómo practicas un chiste malo? ¿Tienes algún truco especial para que suene aún más terrible?
AB: No siento que practique un chiste tal cual, porque soy mi propia jueza y soy muy dura conmigo misma. Mi idea principal la voy exprimiendo hasta que siento que está lista, y creo que la forma de hacerlo aún más terrible es contándoselo a mis hermanas, que tienen un humor un poco especial. Si a ellas les da risa, sé que a cualquier persona le va a gustar.
JD: ¿Hay alguien en tu vida a quien le dediques estos chistes malos? ¿Alguien que de verdad los disfrute?
AB: No hay alguien en especial, porque en general disfruto mucho que cualquier persona, ya sea familia, amigos o público en general, los disfrute y se ría. Alguien que los disfruta desde siempre, a su manera, es mi mamá, porque ella me enseñó a reírme de cualquier cosa. Tiene este humor en el que le gustan los juegos de palabras y siempre encuentra el chiste a todo. Creo que ella sería una de mis inspiraciones.
JD: ¿Alguna vez un chiste malo te salió tan mal que el público terminó riéndose más de tu reacción que del chiste?
AB: Claro, un chiste que escribí para la eliminatoria, que no conté mal, pero a la hora de escribirlo tenía una idea muy simple y era un chiste al que no le veía mucho potencial. Sin embargo, al contarlo, el público tomó el chiste por otro lado al ver mi reacción y terminó riéndose muchísimo más de lo que esperaba, sin haber acabado el chiste. Eso me hizo muy feliz y me dio mucha gracia porque salió muchísimo mejor de lo que esperaba.
JD: ¿Cuál es la reacción que más disfrutas al contar un chiste malo: risas, caras de confusión o el clásico “¡noooo, qué malo!”?
AB: Sin duda, una de las reacciones que disfruto mucho es la sorpresa, cuando alguien se confunde o tiene que pensar el chiste y luego lo entiende. Es increíble. Incluso en las rutinas que he escrito, tengo chistes en los que el remate te deja pensando “¿por qué me reí de esto?”. Me gusta mucho jugar con las palabras y dar giros de tuerca, así que siempre las reacciones son diferentes, dependiendo del público o de cómo lo conté. Eso es muy divertido, porque no es tan predecible.