La Histeria de México, otra versión de la historia
Con un punto de vista diferente, el Podcast “La Histeria de México” busca reescribir la historia de nuestra nación
Conoce a La Histeria de México, un grupo de juarenses creadores de un podcast de comedia en el que hablan sobre los personajes, anécdotas y hechos que ocasionaron la histeria de México.
Este podcast, en formato de storytelling, se nutre de diversas fuentes, como libros, autores e historiadores, sin la pretensión de tener la verdad absoluta de la historia.
Histeria de México (HM):
“Nuestro objetivo es entretener, pero nuestros guiones son lo más profesionales que podemos. Durante los episodios, podemos dar nuestra opinión personal, pero el guion se mantiene intacto y libre de opiniones propias. Toda la investigación se basa en el trabajo de historiadores y expertos.”
Juárez Digital (JD): ¿Cuánto tiempo tienen?
HM: Llevamos con el proyecto desde 2021, durante la pandemia. Estamos a punto de llegar a los 100 episodios, antes de comenzar a trabajar en el formato de temporadas, de la mano de nuestra productora Público Difícil. Aunque parece mucho tiempo, todavía tenemos muchas historias por contar.
JD: ¿Quiénes conforman La Histeria de México?
HM: Somos Diana Grijalva, Mariano Pérez y Omar Benítez. En nuestros episodios, nos verán/escucharán a los tres principalmente, pero en la mayoría hemos tenido invitados especiales de todo tipo: comediantes, cantantes, actores, actrices, productores, podcasters, youtubers, etc. Como mencioné antes, además del podcast, somos miembros de Público Difícil, una de las productoras de comedia más grandes de Ciudad Juárez.
JD: ¿Por qué decidieron hacer el podcast?
HM: El podcast nació gracias a Omar, quien desde niño ha sido un apasionado de los temas relacionados con la historia de México. Todo se materializó gracias a una convocatoria de Sennheiser y Leyendas Legendarias, en un concurso que apoyaba la creación de nuevos podcasts.
Claramente, tenía que ser sobre este tema porque estábamos algo hartos de la manera en que nos enseñaban la historia en la escuela: aburrida, simplificada y llena de personajes que parecían sacados de un cuento de hadas.
Queríamos darle un giro a esos relatos, mezclando comedia con hechos históricos para que la gente se interesara en aprender sobre México de una forma más divertida y auténtica.
Sabíamos que la historia de México está llena de matices, personajes complejos y momentos que no se cuentan en los libros de texto, y queríamos compartir eso con el público, de manera accesible y sin perder el rigor. Además, al ser un podcast, teníamos la libertad de hablar de cualquier tema, sin tener que seguir la narrativa oficial ni adaptarnos a lo “políticamente correcto”.
Queríamos que la gente se riera, pero también reflexionara y, quizás lo más importante, que se quedara con ganas de investigar más por su cuenta. ¡Eso es lo que nos motiva!
JD: ¿Qué evento histórico de México crees que ha sido más malinterpretado o simplificado en la historia oficial?
HM: Probablemente, uno de los más malinterpretados es la Revolución Mexicana. Nos venden la idea de que fue un movimiento heroico para acabar con la injusticia, pero si rascamos un poco, nos damos cuenta de que fue más un caos de facciones, cada una con sus propios intereses. Zapata, Villa, Madero… todos luchaban por algo distinto, y al final no quedó claro quién ganó, porque los problemas sociales seguían ahí, hasta nuestros días.
Por otro lado, el más simplificado es el Virreinato. ¿Qué nos enseñaron en la escuela? Que existió Sor Juana y… ¡gracias por participar! Pero en realidad, fue un periodo de más de 300 años en el que se sentaron las bases de lo que sería México: economía, religión, gastronomía, e incluso los primeros movimientos de independencia. Es como ver el tráiler de una película y pensar que ya conoces toda la historia.
JD: ¿Cuál es un mito común sobre la historia de México que te gustaría desmentir o aclarar en el podcast?
HM: El mito de “la verdadera historia de México”. Es absurdo, porque nadie tiene la verdad absoluta; nadie estuvo allí para contarla. Decimos que la historia comenzó con la escritura, pero leer algo no significa que sea verdad, solo significa que alguien decidió escribirlo con ciertos intereses que no conocemos.
Además, la historia oficial nos ha metido en la cabeza esta narrativa de héroes y villanos, que lo único que hace es infantilizarnos como nación. Lo peor es que ahora, con internet, ha surgido una ola de “desmitificadores” que hicieron lo contrario: ahora convierten a los héroes en villanos y viceversa, pero caen en la misma trampa (y son los más virales).
No necesitamos héroes ni villanos; necesitamos entender que eran personas complejas con intereses específicos. La historia no es para endiosar ni satanizar, es para aprender de ella y, en nuestro caso, para divertirse mientras se aprende. A veces no queda más.
JD: ¿Qué figuras históricas mexicanas consideras subestimadas o ignoradas en los libros de texto y por qué?
HM: La lista es larga, pero La Malinche, sin duda, es una de las figuras más subestimadas e incomprendidas de nuestra historia. Aunque su papel fue fundamental en el curso del encuentro más grande de la historia, muchas veces se la reduce a un estereotipo de traidora, ignorando su importancia como traductora, estratega y puente cultural entre dos mundos. En los libros de texto, rara vez se analiza su contexto: una mujer esclavizada, arrancada de su tierra, que usó su inteligencia para navegar un momento histórico caótico.
Más que traidora, fue una sobreviviente y, en muchos sentidos, el inicio del mestizaje en México. Su historia merece un análisis más profundo y menos prejuicioso.
JD: ¿Existen episodios oscuros o menos conocidos de la historia mexicana que merecen más atención?
HM: ¡Muchísimos! Por ejemplo, tenemos el episodio vergonzoso para México sobre la masacre de chinos en Torreón en 1911. Son episodios que revelan mucho sobre la complejidad del México bárbaro y con defectos que llegamos a ser, pero que no suelen aparecer en los libros de texto porque, bueno, no reflejan mucho el México que nos queremos creer.
Hacemos este tipo de episodios con el fin de tener autocrítica y saber que no hemos sido un país perfecto. Solo de esta forma sabremos que debemos mejorar.
JD: ¿Cómo influye la perspectiva indígena en la forma en que podemos recontar eventos como la Conquista o la Independencia?
HM: Cuando escuchamos la historia desde los pueblos indígenas (no solo mexicas y aztecas, sino también tlaxcaltecas, cholultecas, otomíes, totonacos, etc.), la Conquista deja de ser una simple lucha entre españoles e indígenas para convertirse en un drama lleno de alianzas, traiciones y estrategias políticas de indígenas contra españoles, indígenas contra indígenas y españoles contra españoles.
Es más complicado, pero también más humano. La Independencia, por su parte, muestra cómo los intereses de los criollos y mestizos no necesariamente representaban a las comunidades indígenas.
JD: ¿Qué papel jugaron las mujeres en los grandes movimientos de México, y por qué crees que no se les da tanto protagonismo?
HM: Sin mujeres, no habría habido ni Independencia, ni Revolución, ni básicamente ningún movimiento.
Tenemos episodios sobre mujeres populares como Josefa Ortiz de Domínguez o Adelita, que literalmente peleaban en la Revolución. Pero también sobre menos conocidas como Hermila Galindo o Gertrudis Bocanegra, quienes fueron fundamentales para el país y para el movimiento feminista. ¿Por qué no tienen tanto protagonismo? Fácil: la historia, tal como se enseña, fue escrita por hombres que preferían dejar fuera a las mujeres o relegarlas al “apoyo moral”.
JD: ¿Cómo ha sido la relación de México con otros países en la historia y cómo se han contado (o manipulado) esos encuentros en la narrativa oficial?
HM: Las relaciones siempre se pintan como dramas épicos. Por ejemplo, con Estados Unidos somos las víctimas eternas, pero a veces se omite cómo nuestras propias divisiones internas nos debilitaron.
Y con Francia, ni se diga: Maximiliano pasa de villano a héroe romántico según quién te lo cuente. Cada narración refleja intereses políticos del momento.
JD: ¿Crees que los intereses políticos han moldeado la forma en que se enseña la historia de México? ¿Podrías darnos un ejemplo?
HM: ¡Absolutamente! Por ejemplo, durante el priismo se nos vendió la imagen de una Revolución Mexicana casi divina porque convenía consolidar la idea de un México unido. Pero si investigas un poco, verás que el movimiento de la Revolución Mexicana era más un caos de intereses regionales que esa narrativa bonita de “todos juntos por la patria”.
Con el régimen morenista sucede lo mismo: se coloca en un pedestal a personajes como Benito Juárez o se rinde homenaje al periodista Ricardo Flores Magón, justo en el mismo año en que México se convirtió en uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo.
JD: ¿Cómo podemos aprender de los errores del pasado cuando solo conocemos una versión oficial de la historia?
HM: La respuesta es sencilla: no podemos. Pero aquí entra el “chisme histórico” bien investigado. Cuantas más perspectivas tengamos, más fácil será entender las decisiones tomadas en su momento. Lo mejor de estudiar historia no es juzgar el pasado, sino generar una autocrítica que nos permita evitar repetir los mismos errores que nos han llevado a lugares indeseados.
JD: ¿Qué importancia tiene contar estas historias alternativas o poco conocidas para el México actual y su identidad?
HM: Es fundamental, porque nos ayuda a aceptar que somos un país complejo y mestizo. No somos solo indígenas ni solo españoles. Al reconocer todas las facetas de nuestra historia, podemos construir una identidad más auténtica y menos marcada por los traumas colectivos. Y si además te ríes un poco mientras aprendes, ¡mucho mejor! En las siguientes temporadas, hablaremos de hechos y personajes importantes de nuestra ciudad, como la toma de Ciudad Juárez, Juan Gabriel o el fundador Fray García de San Francisco.
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