El comediante nutriólogo de Ciudad Juárez

Con casi tres años en la escena cómica de la frontera, Luis ha llevado su humor más allá

Luis Cardona es un comediante de 41 años, nacido y criado en Ciudad Juárez. Actualmente, como muchos juarenses, trabaja en la industria maquiladora, pero su verdadera pasión es la comedia.

Con casi tres años en la escena cómica de Ciudad Juárez, Luis ha llevado su humor más allá de la frontera, llegando hasta Colombia, donde se presentó en varios bares del país cafetalero y puso en alto el nombre de la frontera.

Juárez Digital (JD): ¿Hubo un show o un chiste que te hizo sentir que esta era la carrera para ti?
Luis Cardona (LC): Más bien fue un amigo quien me jaló al stand up. Él ya llevaba casi 5 años haciéndolo, y cuando escuché su rutina, quedé impactado. Pensé: “¡Esto quiero hacerlo también!”

JD: ¿Alguna vez has hecho alguna rutina sobre la relación entre la comida y el humor?
LC: Fíjate que no, no he explorado ese tema, pero sí sobre la nutrición y la comedia. En ambas, me puedo morir de hambre, pero sería feliz.

JD: ¿Cómo influye la vida en Juárez en tu estilo de comedia? ¿Hay algo único de la ciudad que siempre incluyes en tus rutinas?
LC: Siempre abro mi rutina hablando de mi carrera (nutrición) y la UACJ, mi alma mater. Además, tengo muchas referencias a la maquiladora, que, aparte de la arena, es lo que más hay en Juárez.

JD: ¿Recuerdas algún momento específico en que tu humor te haya metido en problemas o causado una reacción inesperada del público?
LC: Sí, una vez en un evento privado conté un chiste sobre policías, usando la palabra “puerco”, y había dos agentes de la ministerial en el público. Además, el comediante que iba conmigo contó un chiste sobre su hermano y el autismo. Resulta que había un padre en el público con un hijo con autismo. Esa noche lo único que queríamos era terminar y salir, aunque la festejada quería que nos quedáramos a cenar. Casi huimos.

JD: Juárez tiene una mezcla de culturas. ¿Cómo manejas ese cruce de fronteras en tus chistes? ¿Alguna vez has tenido que adaptarte a un público de otro lado de la frontera (en qué lugares te has presentado)?
LC: Claro, el humor de la frontera es muy característico. Hablamos de la migración, los “pochismos”, la relación con nuestros primos de El Paso. Sí me ha tocado adaptar mis chistes para otros lugares. He estado en Guadalajara, Monterrey y la CDMX, y en cada uno adapté mi rutina buscando lo que el público pudiera identificar, combinando chistes locales con algo de allá.

JD: ¿Cuáles son los temas más comunes que exploras en tu comedia?
LC: Suelo tratar sobre temas cotidianos, como mi esposa, situaciones con mi hijo, el trabajo. La gente se siente identificada. Es genial ver cómo el público se ríe de una situación llevada al extremo y dice: “¡Ah, sí! Eso me pasó”.

JD: Como comediante local, ¿cuál crees que es el mayor desafío de hacer reír en una ciudad como Juárez, que a veces tiene una percepción difícil debido a la violencia o la situación fronteriza?
LC: Lo más bonito de Juárez es su gente, que es alegre y fiestera. Sí, vivimos en una sociedad que ha pasado por muchas cosas difíciles, pero siempre hemos salido adelante. Creo que el granito de arena que podemos aportar los comediantes es hacer que la gente olvide, por unos minutos, sus penas. Lo mejor es que en la frontera nos gusta el humor negro.

JD: ¿Cómo te mantienes inspirado para crear nuevas rutinas?
LC: Con todo lo que me hacen pasar mi esposa y mi hijo. Ellos nunca me dejan sin inspiración. También, de las tragedias se puede reír, es la mejor terapia.

JD: Tu esposa también está en el mundo de la comedia. ¿Cómo te hace sentir eso?
LC: Genial, es maravilloso verla en el escenario. Ella es mucho más talentosa que yo, y se lo he dicho. Debería subirse más, y quién sabe, puede que despegue. ¡Así me saca de trabajar!

JD: ¿Qué consejos le darías a los comediantes novatos que recién están comenzando y desean tener una carrera exitosa en la escena?
LC: No sabría qué decirles sobre el éxito, ya que éste es muy subjetivo. Tal vez lo que yo he logrado en estos tres años no sea el éxito que otros imaginan. Pero lo único que puedo aconsejarles es que no dejen de escribir, suban a todos los ‘Opens’ que puedan, escriban al menos 5 minutos a la semana para ejercitar su mente y prueben todo en el escenario. Si ya causó risa, pruébenlo de otra manera. Siempre se puede mejorar.

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