Blanca Elizabeth Carmona | julio 22, 2025

Fue por una mordida de garrapata

“Ya cuando lo bajaron, que ya lo iban a trasladar, bajó la doctora corriendo, dijo ‘Ay, ¿qué cree? Ya llegaron los resultados, sí fue por piquete de garrapata’”, recordó la entrevistada.

Tres días después de haber sido ingresado en el Hospital 66, alrededor de las 2:00 de la mañana del 11 de mayo, Martín perdió la batalla.

Él era albañil, trabajaba en la construcción. Siempre sintió un gran amor por los perros, incluso le gustaba dormir con las tres mascotas que vivían al interior de la casa, ubicada en la colonia Valle de Fundidores, en el extremo suroriente de Ciudad Juárez.

En el patio de la casa de Martín y Reyna, también viven otros dos perros.

“Era de siempre tener perritos e incluso si él ve perros en la calle, miraba pues, perdón, perritos en la calle, o sea, él los cargaba, estuvieran o no estuvieran llenos de garrapatas, él los agarraba. O sea, no es de ahora, es de años que a él le gusta convivir mucho con los animales y dormir con los perros”, recordó Maura Aurora Garnica, hijastra de Martín.

Con la incredulidad a cuestas

Ambas mujeres no pueden creer en la veracidad del diagnóstico médico, pues recuerdan que el año pasado sí había muchas garrapatas en la casa de la pareja y usaron veneno y limpiaron hasta erradicar el problema.

En ese ciclo, nadie se enfermó. Este año no habían visto este tipo de parásitos en la vivienda ni en sus mascotas.

Al cierre de esta nota, la familia aún estaba a la espera del acta de defunción, para ver qué causa de muerte registraron las autoridades. Sin embargo, sabían del diagnóstico emitido por los médicos del CME y también dijeron que dos días después del fallecimiento de Martín, personal de Gobierno del Estado fue a la casa a fumigar.

El personal gubernamental roció veneno en el interior y en el exterior de la vivienda de Reyna, también en las casas aledañas y a los cinco perros de la familia. Aunque Reyna y el resto de los integrantes de ese núcleo familiar no habían detectado garrapatas, ahora saben que sus mascotas sí tenían, pues fueron espulgadas por el personal que acudió.

Perros “muertos de hambre” en la Juan Velázquez

“Yo digo que mejor manden una perrera y se lleven todos los perros que andan aquí en la calle. Todos muertos de hambre”, expresó Reyna, pues en su calle, Juan Velázquez de León, hay varios canes que, aunque tienen dueño, andan sueltos defecando al aire libre, desnutridos y se desconoce si reciben la atención veterinaria necesaria, si están desparasitados o si tienen garrapatas infectadas con rickettsia.

En febrero pasado, a iniciativa de Martín, la pareja contrajo matrimonio. Después de 16 años de vivir en unión libre, él sintió la necesidad de formalizar la relación. Ese es uno de los últimos recuerdos que atesora Reyna.