Gabriela Cuevas: La basquetbolista que desafía la edad
Desde Ciudad Juárez hasta Europa, Gabriela Cuevas demuestra que la pasión por el deporte no tiene fecha de caducidad. Porque mientras el balón siga en juego, ella seguirá en la cancha, inspirando a otras a nunca dejar de correr
A sus 60 años, Gabriela Cuevas no solo sigue corriendo en la duela, sino que lo hace a nivel internacional. La juarense acaba de regresar del Mundial de Básquetbol Femenil Máster celebrado en Bellinzona, Suiza, donde obtuvo el tercer lugar mundial en la categoría 60-64 años, representando a México.
“Fue un mundial con todas sus letras”, dice con orgullo. En la competencia participaron equipos de 26 países, entre ellos Letonia, Polonia, Alemania, República Checa, Italia, Suecia, Estados Unidos, Perú y Argentina. Solo Letonia y Perú superaron al equipo mexicano en el torneo. “Letonia nos ganó en semifinales. Traían jugadoras altísimas, de casi dos metros. Pero solo ellas nos vencieron”, recuerda. En el partido por el tercer lugar, vencieron y se colocaron como una de las mejores selecciones veteranas del mundo.
Un amor que nació en la primaria
Gabriela comenzó a jugar básquetbol en tercer grado de primaria y no ha dejado de amar el deporte desde entonces. Aunque hubo una pausa entre los 38 y los 50 años debido a la falta de categorías para mayores, su retorno al deporte llegó en 2016, cuando fue invitada a un torneo nacional en Pachuca. De ahí surgió la oportunidad de representar a México en el Mundial de Montecatini Terme, Italia, en 2017. “Quedamos en el lugar 12, pero retomamos entrenamientos y el espíritu competitivo”, dice.
Desde entonces, su trayectoria ha sido una combinación de disciplina, esfuerzo y sacrificio. En su época laboral, Gabriela jugó para equipos de maquiladoras, con quienes fue campeona nacional durante siete años consecutivos. Después, con el club de veteranas y bajo la organización internacional FIMBA (Federación Internacional de Maxibásquetbol), ha recorrido el país y el mundo. Ha participado en torneos nacionales en Mérida, Querétaro, Ensenada y Tijuana, y en internacionales en Italia, Nueva York y Suiza.
“La mente quiere, pero el cuerpo ya no corre igual”
Su posición como poste (centro), gracias a su estatura de 1.78 m, ha sido constante a lo largo de los años. Hoy en día, sus retos físicos son distintos: “La mente quiere hacer algo, pero el cuerpo ya no reacciona igual. Antes corría y me descolgaba, ahora me veo en cámara lenta”, bromea. Aun así, entrena tres veces por semana y juega en torneos locales con mujeres mucho más jóvenes, de hasta 25 años.
Gabriela también vive con artritis. “Cuando dejo de hacer ejercicio, el dolor vuelve. Pero cuando entreno constantemente, se me quita. Es como una rehabilitación”, afirma.
Más que medallas, inspiración
A pesar de la falta de apoyos económicos, Gabriela y su equipo continúan viajando a los torneos más exigentes del mundo, costeando muchos de sus gastos. Aunque algunos equipos juveniles reciben apoyos del gobierno, el de veteranas no siempre es incluido. Aun así, no se detiene: planea asistir al Panamericano de El Salvador en 2026 y se prepara para el nacional en Puebla este noviembre, tras ganar el estatal en Casas Grandes.
Más allá de sus medallas, Gabriela ha inspirado a muchas otras mujeres. “Cuando regresamos de Italia, muchas más empezaron a llegar a entrenar. Jóvenes de 30, mujeres de 40, señoras de 60 que no sabían dónde podían jugar”, cuenta. “Una muchacha del Seguro Social nos dijo: ‘Yo atiendo pacientes de 30 que se quejan de todo, y ustedes andan corriendo como si nada’”.
Un mensaje para las nuevas generaciones
Para Gabriela, el básquetbol es salud, compañerismo y aventura. Su mensaje es claro: “Mantente activo. No importa la edad. El deporte te da vida, salud y experiencias que nunca imaginaste”. ¿El próximo sueño? Jugar un mundial en Grecia. “Ojalá. Me encantaría conocer ese país jugando”, dice con una sonrisa.
