
Los nuevos horizontes del pitcher Aarón Aguilar
Aarón Aguilar se despide del montículo, pero no del juego. Su historia, escrita con esfuerzo, disciplina y pasión, aún tiene capítulos por contar, ahora desde el otro lado de la línea de cal
Después de más de dos décadas en el diamante, el lanzador juarense Aarón Aguilar da un paso al costado como jugador, pero no del béisbol. Ahora como coach de bullpen del equipo Indios, el llamado “Flaco de Oro” reflexiona sobre su trayectoria, sus momentos cumbre, las lecciones que deja y la pasión que aún lo mantiene cerca de la loma. En esta entrevista para Juárez Digital, repasa los inicios, los triunfos, las derrotas y lo que viene.

Juárez Digital (JD): Bueno, todos sabemos que tu amplia carrera comenzó en el ya lejano 2001, pero ¿dónde comienza el sueño pelotero para Aarón Aguilar?
Aarón Aguilar (AA): Empecé a los 5 años en la Liga Niños Héroes. Ahí fue donde empezó mi sueño como pelotero y desde los 7 años empezó mi sueño de ser pitcher. Ahí me enamoré de ser pitcher y hasta la fecha.
JD: ¿Cuál crees que fue la clave para tu longevidad en una posición tan demandante como la de lanzador?
AA: Pienso que la preparación física fue la que me ayudó cada año, mantenerme más que nada sano del brazo. Los consejos de todos los coaches por los que pasé en el equipo de Indios y desde niño, entonces eso fue lo que me hizo que tirara tantos años sin una lesión.

JD: Estás a la par en cuanto a temporadas y edad con figuras como Cristiano Ronaldo o LeBron James. No es sencillo llegar a este punto.
AA: Sí, la verdad que he platicado mucho eso con gente del béisbol. No por discriminar, pero el pelotero bateador tiene un poquito más de margen para hacer su carrera longeva. Y uno como lanzador, si no se prepara, se le puede acabar pronto. Sí me he puesto a pensar eso que dices, como LeBron James y todos ellos, que llegaron con muchos años jugando a alto nivel. Uno como jugador también lo puede lograr, pero no es fácil. Gracias a Dios pude mantenerme bien.

JD: Si pudieras definir, aunque sea difícil, el momento más dulce y el más amargo de tu carrera, ¿cuáles serían?
AA: El más dulce, pienso que cuando debuté con Indios. Cuando me dieron la oportunidad, que me hablaron… no me lo creía, la verdad. El más amargo: los campeonatos que no pudimos ganar contra Parral. Esos han sido los momentos más duros.
JD: Cuando te llama Indios por primera vez, ¿qué pasa por tu cabeza?
AA: Infinidad de cosas. Tenía 17 años, no sabía en realidad lo que era estar en el equipo de Indios. Me acerqué con personas que me instruyeron, que me enseñaron cómo era estar ahí. Aprendí mucho de los caballos de antes. Y trato de compartir eso con las nuevas generaciones.

JD: Ganaste todo dentro de la liga estatal. ¿Cómo te sientes dando un paso a un lado de los reflectores?
AA: Me siento bien, contento. Sé que hice una gran carrera, logré muchos objetivos. Me faltó ser campeón como jugador con Indios, pero sé que este año lo vamos a lograr, aunque sea como coach. Lo voy a disfrutar igual.
JD: ¿Qué vas a extrañar más del diamante?
AA: Aportar mis conocimientos desde el montículo, escuchar a la gente que me apoya, que me echa porras, ayudar a mis compañeros desde dentro del terreno y vivir esa adrenalina de la afición gritándote.

JD: Recordando tus tres juegos sin hit ni carrera, ¿qué pasó por tu mente en cada uno?
AA: Felicidad. Es un logro muy difícil. Disfruté los tres al máximo, especialmente el de 2014 contra Puebla. En la quinta entrada supe que podía lograrlo y fue una motivación enorme. Mis compañeros no me decían nada, no querían “salarlo”. Es una sensación increíble.
JD: Ahora como coach de bullpen, ¿cuál es el mayor reto?
AA: Mantener enfocados a los jugadores. Saber que antes me veían como compañero y ahora como coach. El respeto se ha mantenido. Ya viví en ese staff, sé lo que hace falta. Puedo guiarlos mejor.

JD: En los años que estuviste fuera de Indios, ¿cómo fue tu experiencia? ¿Por qué decidiste volver?
AA: Fue muy grata. En Camargo me trataron de maravilla. Me gustó jugar fuera de casa, pero siempre se extraña donde iniciaste. Siempre dije que si algún día salía de Juárez, quería volver a retirarme aquí.
JD: Durante la rueda de prensa agradeciste mucho a la afición. ¿Tienes alguna anécdota con ellos que te marcara?
AA: Sí, claro. Recuerdo mucho en Parral, allá por el 2003 o 2004. Entré a relevar con casa llena y sin outs, contra el tercero, cuarto y quinto bat. El griterío de la gente, el “¡pónchalo Aarón!”… eso marcó un cambio drástico en mi vida. Supe que podía hacer grandes cosas.

JD: Vas de salida, pero muchos niños vienen entrando al béisbol con tu ejemplo. ¿Qué les aconsejas?
AA: Que sigan sus sueños. Que no se limiten solo a jugar en Indios. Que apunten a grandes ligas, liga mexicana. Y si no se logra, que sepan que la liga estatal también es hermosa y se disfruta mucho.
JD: ¿Dónde se ve Aarón Aguilar en los próximos años?
AA: Enfocado en que mi hijo crezca deportivamente. Me veo como coach o incluso como manager. Quiero seguir dentro del deporte.
JD: ¿Quién era tu ídolo de niño?
AA: Mi hermano mayor. Lo vi jugar y me inspiró a entrar al béisbol. Él fue mi ídolo de la infancia.

JD: ¿Alguna figura que te hubiera gustado conocer de Grandes Ligas?
AA: Randy Johnson. Me encantaba su forma de lanzar. Por él uso el número 51. Lo vi lanzar, zurdo, alto, flaco… tenía un cañón en el brazo.
JD: ¿Un último mensaje para la afición?
AA: Agradecido por estos 23 años de carrera como jugador. Gracias a toda la afición de Juárez y del estado. Sigan apoyando a los Indios.

JD: Finalmente, empataron la serie de play-offs el pasado fin de semana. ¿Qué se viene contra los Rojos?
AA: Es una serie importante. Vamos a su casa, donde es complicado por la afición y su estilo aguerrido. Pero sabemos que tenemos equipo para salir avantes y obtener esos triunfos necesarios para avanzar.
Aarón Aguilar se despide del montículo, pero no del juego. Su historia, escrita con esfuerzo, disciplina y pasión, aún tiene capítulos por contar, ahora desde el otro lado de la línea de cal.

