
Xolombia: La casa que pasó del abandono a espacio cultural
Gracias a la iniciativa de distintos artistas, estudiantes y egresados, el espacio adquirió un nuevo sentido: el de un hogar compartido con fines sociales y culturales
El proyecto Xolombia nació en 2012 como un espacio cultural abierto, pensado para quienes buscan crear, compartir y transformar a través del arte. A lo largo de los años, ha albergado a diversas generaciones que viven bajo la idea de comuna, un modelo donde se comparte el espacio y la responsabilidad colectiva.


En este lugar, cualquiera que desee habitarlo debe participar en algún proyecto con impacto cultural. No se paga renta: el único requisito es aportar trabajo y compromiso para mantener viva la casa y su propósito.
Entre las actividades que mantienen en movimiento a la comunidad destaca el Bazar Comunal, un evento mensual donde se impulsa el arte y el comercio local, además de promover la cultura por medio de expresiones como la gastronomía, la música o el arte.
El espíritu de Xolombia va más allá de lo cultural: es un ejemplo de resignificación urbana. Donde antes hubo abandono y deterioro, hoy hay vida y arte. “Era una vivienda que estaba totalmente vacía y funcionaba en ese momento como picadero, había residuos de jeringas, no tenía ventanas y ellos la rehabilitaron”, comparte Vanessa Vargas, colaboradora del proyecto.

“Esto con la idea de no privatizar el espacio y no generar un espacio cerrado, como privado, sino darle la vuelta y generar algo público a partir de estas áreas comunes y sobre todo con otro sentido social: el habitar la vivienda y no quedárnosla como un bien privado, y bajo ese sentido es que se abre la casa”, explica una de las integrantes del proyecto.
Cada generación que llega a Xolombia aporta su propia visión y propuestas. Tambien hacen eventos que van desde presentaciones musicales y bazares, hasta proyecciones de cine y talleres, el espacio se renueva constantemente, demostrando que el arte y la colaboración pueden transformar no solo los lugares, sino también la forma de habitarlos.

