Una perrita con “ángel”
Esta cruza de Chihuahua ha mostrado una gran fortaleza y ganas de vivir, a pesar de que el daño físico que le ocasionaron es irreversible. El o los responsables le cortaron las piernas traseras arriba del extremo del corvejón, casi hasta la nalga, y le dejaron los huesos expuestos al no poder cortarlos. Luego la tiraron en un sitio apartado, en el periférico Camino Real.
Después de que la rescataron, se descubrió que además de las graves lesiones, Maggie presentaba un cuadro de desnutrición, un daño hepático, anaplasma y erliquia. Estas dos últimas son infecciones bacterianas transmitidas por garrapatas, la primera puede causar inflamación de las articulaciones y fiebre, cojera y mayor tendencia a las hemorragias por falta de plaquetas, entre otros; y la erliquia ocasiona síntomas similares a la gripe, como fiebre, dolores musculares y fatiga.
El día en que una pequeña aprendió a rodar
Maggie recibió una trasfusión de sangre, fue operada y estuvo un mes en tratamiento intensivo, actualmente le siguen administrando algunos medicamentos y ya empezó a dar sus primeros pasos apoyada en una silla de ruedas.
“La operaron y ya tuvo su mes de recuperación, ahorita está con tratamiento todavía, con doxiciclina y vitamina… tiene apenas una semana, una semana que ya la puso en el carrito para que empezara a desestresarse porque se estresaba mucho porque veía a los niños (perros) jugar y ella también quería jugar con ellos”, dijo Miriam Murillo Rubio.
Maggie tiene una carriola para descansar y ser trasladada. Cuando Miriam la observa jadeante, le retira la silla de ruedas, la acomoda en la carriola y le pone un pañal. En la carriola, Maggie también duerme.