Unos delincuentes amenazaron con quemar el campamento de los migrantes que se encuentra en el parque el Chamizal, por lo que la mayoría de las personas que residían allí tuvieron que abandonar el lugar.
Hubo algunos que quisieron regresar a su lugar de origen, otros arriesgarse a cruzar el río bravo y quienes decidieron irse a los albergues.
Los migrantes confesaron que si habían recibido amenazas días antes y por lo mismo decidieron retirarse. De 200 familias que habitaban solo quedan cuatro.
Ante la situación, decidieron hacer un reporte a las autoridades y en la madrugada acudió la Policía Municipal. Sin embargo, las familias que quedan también buscarán otro lugar seguro para resguardarse mientras esperan su cita.
Hubo familias en donde sólo la esposa y el hijo se iban a los albergues, mientras que los esposos estaban atentos en el Puente Libre a su llamado.
De los campamentos abandonados otras personas decidieron ver que se podían llevar que les sirviera de utilidad.
