Radiografía Política del Doctor Gatell
Son pocos momentos en la vida de las personas, los que definen quien es uno. Son las decisiones que tomamos y las acciones que ejercemos, las que dan vida a nuestro ser y pueden llevarnos a la trascendencia. Ortega y Gasset señala que el ser humano es un centauro ontológico, mitad de él sumido en la materia, mitad de él tendiendo hacia lo alto.
En esta ocasión, la extensión de la presente columna no me permitiría esbozar un perfil de vida. No obstante, aprovecharé este espacio para analizar el trabajo del otrora rockstar de la política mexicana, el Doctor Hugo López-Gatell Ramírez.
Primeramente, resulta imprescindible preguntarnos ¿quién es el doctor Gatell? Según información confiable, Hugo López-Gatell Ramírez es un médico epidemiólogo, investigador, profesor y funcionario público mexicano. Actualmente es subsecretario de salud del gobierno federal.
Y para ser justos, su tarea no es menor: debe atender la pandemia del covid 19 en un país donde abunda la obesidad, la diabetes y la hipertensión, y donde además el gobierno ha descuidado el enfoque preventivo de las enfermedades y ha descuidado la educación física y la buena alimentación. Desde ahí, el panorama para el Doctor Gatell resultaba ya complicado.
Y como sostuve al inicio, me enfocaré en señalar lo que considero tres momentos clave que desnudan el perfil de quien ha asumido la tarea y el compromiso de atender la pandemia, desde el gobierno federal.
“El cubrebocas no sirve para protegernos”
Situados a inicios de marzo, el Doctor Gatell salía a declarar que el cubrebocas no servía para protegernos, pues no disminuía notoriamente el riesgo de adquirir coronavirus. Cabe destacar, que era el inicio de la pandemia, y cualquier información debía darse con responsabilidad y tacto. Dejar a la deriva una medida de prevención tan importante, no solo fue irresponsable, sino también corresponsable de que la situación se agravara, pues la misma Organización Mundial de la Salud lo recomendaba desde entonces.
“La fuerza del Presidente es moral”
Semanas después de ese mismo mes, una reportera le preguntó sobre si el Presidente López Obrador podía correr el riesgo de contagiarse de coronavirus y ser portador del virus en sus giras. López-Gatell señaló que el riesgo de contagiar del Presidente era el mismo que el de un mexicano promedio, y que su edad no lo hacía vulnerable (más de 60 años).
No obstante la irresponsabilidad de seguir realizando giras, Gatell indicó que el presidente tenía “fuerza moral” y que por lo mismo no corría riesgos. Desconozco aun, y ningún experto en la medicina ha podido explicarme la correlación entre la moralidad de una persona, y la imposibilidad de contagio de un virus.
“60 mil muertes, sería catastrófico”
Y como tercer y último punto, tenemos la desafortunada (para él) declaración del Doctor Gatell. Era el 4 de junio cuando él mismo señaló, que de llegar a los 60 mil muertos por covid 19, sería catastrófico. El 22 de agosto, nuestro zar de la Salud fue rehén de sus palabras. Llegamos a la “catastófica” cifra, y con ello, su devenir político se vino para abajo.
Quien quiso acaparar la atención y promover su imagen personalísima, quedó, visto desde estos episodios, como un representante más de la incompetencia que distingue a la llamada cuarta transformación. Quien tuvo todo para desempeñar un papel loable, fue presa de sus palabras y de su subordinación a Palacio Nacional.
No dudo que exista sensatez o brillantez en el perfil de Hugo López-Gatell. Pero es precisamente la sujeción al Presidente, lo que no le permite desempeñarse como estoy seguro, él quisiera.
Este es el legado de López-Gatell.