Su habilidad y determinación eran un recordatorio de que las limitaciones físicas no definen lo que una persona puede lograr
En la intersección de la Avenida de las Torres y el Libramiento, se encuentra Norma, una juarense con un espíritu inquebrantable y unas ganas inmensas de salir adelante.
A los 8 años, Norma perdió su pierna derecha, una situación que para muchos podría haber sido una barrera, pero que ella convirtió en un motor para continuar luchando por sus sueños.
En el pasado, Norma se dedicaba a ser malabarista. Con una muleta y cuatro pelotas, realizaba un impresionante show de malabares que dejaba sin palabras a quienes la veían. Su habilidad y determinación eran un recordatorio de que las limitaciones físicas no definen lo que una persona puede lograr.
Actualmente, Norma se dedica a vender flores en esta transitada intersección. “A veces me va bien, a veces más o menos, pero siempre tengo la esperanza de que todo mejorará”, comparte con una sonrisa llena de optimismo.
Norma es un ejemplo vivo de lucha y resiliencia, una inspiración para quienes enfrentan adversidades.