
Advierten que garrapatas están cambiando preferencia alimenticia de perros a humanos
Angélica Escárcega, médico veterinaria zootecnista e investigadora de la UACJ, ofreció una ponencia virtual en la que abordó los avances, retos y riesgos que implica la rickettsia en Juárez
En el marco del Primer Foro Binacional para la Prevención de la Rickettsiosis, organizado con el respaldo del Gobierno Municipal, la doctora Angélica Escárcega Ávila, médico veterinaria zootecnista e investigadora de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), ofreció una ponencia virtual en la que abordó los avances, retos y riesgos que implica esta enfermedad en zonas endémicas como Ciudad Juárez.
Desde su experiencia iniciada en 2009, cuando documentó el brote más grave de rickettsia en México, en Baja California, la especialista explicó que no se trata de una sola bacteria, sino de un grupo de enfermedades rickettsiales, provocadas por bacterias del género Rickettsia y otros como Ehrlichia, Anaplasma y Orientia.
Más allá de la garrapata
Escárcega advirtió que aunque la garrapata es el principal vector, no es el único: también se han encontrado estas bacterias en pulgas, piojos corporales y otros ácaros. En Ciudad Juárez, la garrapata café es el principal transmisor, alojando bacterias como Rickettsia rickettsii —la más letal—, Ehrlichia y Anaplasma. “Podría haber más, pero hacen falta más estudios y muestras para identificarlas”, dijo.
Una preocupación relevante es la resistencia antimicrobiana de la garrapata, que, según la doctora, podría haber desarrollado una forma de no verse afectada por la bacteria que transmite. Además, es una especie multihuésped que se alimenta tanto de roedores como de animales grandes, siendo los perros y los humanos los principales blancos.

La amenaza del entorno y el clima
La garrapata prefiere ambientes peridomésticos, es decir, zonas cercanas a viviendas, y su actividad se incrementa de abril a octubre. Según Escárcega, “una garrapata adulta puede llegar a poner de 2 mil a 6 mil huevecillos” y en cualquier fase de su vida —larva, ninfa o adulta— puede contagiar la bacteria.
Un 80% de las garrapatas permanece en movimiento, pero en dos o tres ocasiones sube al huésped para alimentarse, buscando lugares húmedos y frescos para continuar su ciclo. “A mayor densidad de población, mayor número de perros en condición de calle y, por ende, mayor presencia del vector”, advirtió.
Consecuencias graves y de difícil diagnóstico
La infección en humanos tiene un periodo de incubación de entre 4 y 14 días. Si no se atiende en ese lapso, puede derivar en daños irreversibles como necrosis, gangrena o incluso la muerte. “Una vez que el daño está hecho, el medicamento ya no tiene efecto”, explicó.
Las enfermedades rickettsiales son difíciles de diagnosticar porque sus síntomas se confunden fácilmente con otros padecimientos, como el sarampión. Además, estudios recientes han detectado que en regiones como Ciudad Juárez los pacientes tienden a sufrir inflamación descontrolada, posiblemente relacionada con factores genéticos o alimenticios, como el consumo excesivo de carne roja, aunque esto aún está bajo investigación.

Factores que agravan el problema
Dentro de las causas de alto contagio explicó que puede derivarse del cambio climático, lo que genera densidad vectorial y genera alta adaptabilidad al ambiente de los vectores, densidad de perros en condición de calle, falta de programas preventivos, fácil movilidad de los mismos y dispersión, ya que cada perro puede llegar a recorrer hasta 16 kilómetros en un día, en búsqueda de aparearse, alimento o agua.
Otros factores son, preferencia del ambiente peridoméstico del vector, cambio de preferencia alimenticia al humano, facilidad del vector para permanecer en el huésped, ya que no es detectado con facilidad por la anestesia que inyecta al morder la garrapata, resistencia a los acaricidas y desinformación al aplicarlos y falta de planes estratégicos para la eliminación del vector.

Llamado urgente a la acción
Entre los desafíos que planteó la experta es que es necesario conformar grupos multidisciplinarios, planear estrategias para la prevención, estrategias para la difusión del programa, disminuir la densidad de perros en condición de calle, involucrar a la población en las campañas de prevención, investigar estrategias para el control del vector con el menor impacto ambiental posible, hacer del conocimiento a médicos de primer contacto y mejorar el diagnostico y con mejor acceso.
Para finalizar la doctora, no quiso ser alarmista, pero un problema que visualiza a futuro es el excesivo uso indiscriminado del medicamento doxiciclina, lo que podría llegar a generar resistencia del patógeno o bacteria, por lo que era importante el diagnóstico rápido y a tiempo, además de investigar otras alternativas de tratamiento y de cura, ya que de suceder esto, si se entraría en un problema mayúsculo al ya no funcionar la doxiciclina como el medicamento más eficaz hasta el momento para tratar la rickettsia.