
Un ejemplo de superación y liderazgo femenino en la seguridad ambiental
"La verdad ha sido y sigue siendo un reto, ya que no están acostumbrados a ser supervisados por una mujer, pero vamos escalando pasos firmes" comparte Érika para Juárez Digital
Érika Bernal Cruz es una madre de familia originaria de Tamaulipas que buscó establecerse entre la comunidad juarense con el objetivo de encontrar un futuro mejor para ella y sus hijas. Es licenciada en biología, pero por azares del destino, se volvió supervisora de seguridad y medio ambiente.

Desde que llegó a la ciudad comenzó su carrera en el área del medio ambiente en una institución que trabaja con la sociedad con el propósito de construir una cultura ambiental basada en la prevención, ahí desempeñó el puesto de inspectora del área industrial, posteriormente se integró a la industria privada como personal de medio ambiente.
Es gracias a su desempeño, dedicación, y conocimientos los que la llevaron a ejercer una carrera que desconocía, pero que hoy en día le apasiona. Desde hace ocho años entró a la seguridad ambiental, donde desarrolla varias estrategias para ayudar al medio ambiente, con un equipo conformado mayormente por hombres. “La verdad ha sido y sigue siendo un reto, ya que no están acostumbrados a ser supervisados por una mujer, pero vamos escalando pasos firmes”.

Con el apoyo de la experiencia que ha forjado durante todo este tiempo al ser supervisora de medio ambiente, comparte lo siguiente: “El medio ambiente es pésimo en esta ciudad, hace falta más trabajo en conjunto con la sociedad para poder hacer algo, pero lamentablemente nosotros mismos tenemos la culpa, no cooperamos y no tenemos la correcta educación ambiental”.
Uno de sus principales pensamientos acerca del cuidado del medio ambiente es que los tres niveles del gobierno creen campañas ambientales, además de incluir a empresas que brinden apoyo a la comunidad en dar educación ambiental a quien realmente no la tiene, también propone implementar programas para reducir la contaminación que se genera por parte de empresas y negocios.

Érika percibe que en la actualidad el trato hacia ambos géneros en el ámbito laboral mejora, es más abierta la temática de la igualdad, pero a su vez aún falta que los superiores las vean más allá de su género, que reconozcan que son valiosas así como los trabajadores varones.